Comer es una experiencia más multisensorial de lo que solemos percibir. Los crujidos en los alimentos pueden impactar positivamente en el estado de ánimo y ayudar a reducir la ansiedad. Aprovechando este insight, diseñamos una campaña que conecta con los momentos cotidianos de las personas, invitándolas a cualquier hora del día a romper la rutina con su Frito Lay favorito. Utilizamos escenas reales de personas en la calle, manejando, trabajando y realizando sus actividades diarias, para reflejar cómo el producto puede ser parte de esos pequeños instantes de desconexión. A través del mensaje "Rompe con tu Frito Lay", destacamos los beneficios emocionales del snack e impulsamos una conversación orgánica y relevante en las plataformas digitales.